¿Se pueden congelar las cerezas?

Pocos frutos son considerados tan exquisitos, sabrosos e incluso estéticamente tan bonitos como las cerezas. Es una fruta con factores nutricionales altamente valorados. Tal vez nos gustaría que pudiéramos encontrarla fresca en el mercado durante más meses del año. Desgraciadamente, su estacionalidad es muy corta. Podemos saborearla en forma de mermelada, sorbete o mousse. Pero… ¿hemos probado alguna vez a congelarla para después poder disfrutarla en febrero, por ejemplo, con todo su aspecto natural y sus capacidades nutricionales intactas? Hoy te contestaremos a la pregunta ¿se pueden congelar las cerezas? Y te daremos las pautas para hacerlo de la manera más eficaz posible.

¿Se pueden congelar las cerezas?

 Tenemos una buena noticia para ti: ¡sí, claro que pueden congelarse y con resultados óptimos!

Antes de congelarlas

Tienen que seguirse unas pautas para que, al descongelarlas, resulten tan apetitosas como recién arrancadas del árbol. Te contamos cuales son:

  • Las cerezas que vas a congelar tienes que ser muy frescas (el color verde claro del tallo es una pista). No las dejes a temperatura ambiente una vez adquiridas: refrigéralas. Lo más rápido que puedas, procede a congelarlas. Si te resulta imposible hacerlo cuanto antes:
  • Guárdalas en recipientes de plástico herméticamente cerrados o bolsas adecuadas. Mételas en el frigorífico sin lavarlas, porque la humedad acorta el periodo en que se mantienen frescas.
  • No las guardes envasadas en grandes cantidades. Es preferible llenar varias bolsas o cajas e introducir unas pocas en cada una, evitando que unas aplasten a las otras por el peso.

Métodos que puedes seguir para congelar las cerezas

 Existen fundamentalmente dos métodos que pueden resultarte interesantes: congelación de la cereza en su estado natural o en forma de jugo o jarabe.

Congelación de la cereza en su estado natural

Elige las mejores cerezas: frescas, sin manchas ni golpes y que estén maduras, pero en su punto justo.

  • Introdúcelas en un colador y colócalas debajo del chorro de grifo de agua fría. Puedes hacerlo quitando el tallo y el hueso o con ellos.
  • Es importante eliminar después cualquier resto de humedad, dejándolas secar al aire y coloca un papel absorbente para eliminar cualquier pequeño resto de humedad.
  • Si colocas las cerezas en una bolsa hermética, procura expulsar el aire antes de cerrarla sin que queden aplastadas. Mejor que las cerezas queden planas y sin tocarse entre ellas.
  • Si las colocas en un recipiente cerrado, espacia también las cerezas (debes tener en cuenta que el proceso de congelación implica una dilatación del producto).
  • Coloca las bolsas o las cajas en el congelador con suficiente espacio y deja que el proceso de congelación se lleve a cabo.
  • Cuando necesites sacar las cerezas para su consumo, extrae solo la cantidad que necesites en ese momento, evitando que el resto se descongele.

Congelación de la cereza en jugo o jarabe

  • La cerezas que decidas convertir en jugo deben ser, como en el caso anterior, frescas, de buena calidad y en punto óptimo de maduración.
  • Lávalas como en el caso anterior, utilizando solo agua fría y secándolas cuidadosamente.
  • Introduce las cerezas en un recipiente hermético. Aproximadamente, la proporción de jugo o jarabe es de ½ a ¾ de líquido por 500 gramos de cerezas.
  • En función del tipo de cereza, añadiremos más o menos azúcar al líquido: dos tazas y medio de azúcar por cada litro de agua para las cerezas menos dulces y una taza y cuarto de azúcar por litro para las más dulces.
  • Una pizca de ácido ascórbico evitará que la fruta adquiera un aspecto amarronado.
  • Vierte el líquido asegurándote que cubra la totalidad de las cerezas y cierra el recipiente. Te aconsejamos que anotes en una etiqueta la fecha en que se ha realizado la congelación, para tu información.

¿Qué puedes hacer con tus cerezas congeladas?

Un factor importante a tener en cuenta es que las cerezas deben descongelarse poco a poco, metiéndolas en el frigorífico hasta que estén completamente descongeladas. Las cerezas congeladas solo podrán utilizarse en helados, mezcladas con crema de queso o yogur. También son perfectas para salsas o recetas que necesiten horno. Si quieres elaborar compotas o mermeladas tampoco es necesario una descongelación completa. Esta solo será necesaria si quieres consumir este delicioso fruto tal como sale de tu frigorífico, o si quieres adornar un postre frío.

¡Sorprenderás a tus comensales! ¿Te atreves? Y recuerda que duran un año entero en el congelador…