conservar cerezas sin refrigerarlas

Para conservar cerezas no necesitas refrigeración. Las cerezas son una de las frutas más reconocidas por todos. Debido a la facilidad con la que, no solo adornan, sino que elevan el sabor de platos salados y dulces. Por otro lado, el poder nutritivo que tienen les hace ser una fruta 100% saludable que podrás comer a todas hora y por más tiempo del que piensas, sin complicaciones de ninguna clase. 

¿Cuánto duran las cerezas sin refrigerar?

La técnica que hoy vas a aprender para conservar cerezas frescas lleva siglos entre nosotros. Desde mucho antes a que las neveras fueran inventadas, ya era posible mantener alimentos con este procedimiento. Y no solo te garantizará todas las propiedades de las cerezas naturales sino que también te rendirá mucho más en cuanto a tiempo se refiere. Conservar cerezas en la nevera solo es posible entre 5 a 7 días. Sin embargo, con la manera que aprenderás hoy podrás mantenerlas en perfecto estado hasta 24 meses (e incluso más).

¿Por qué no comer cerezas refrigeradas?

Las cerezas refrigeradas son la manera común de preservarlas. Aunque es una fruta de climas templados, la excesiva exposición al frío es capaz de afectar su primer punto a favor. La frescura es un agregado por el que todos damos lo que sea para disfrutar de un sabor especial, sin mencionar la especial textura de las cerezas recién cosechadas. Por este motivo, mantenerlas en las condiciones más cercanas a su estado en la naturaleza es imprescindible, además de todos los nutrientes que cada una de ellas contiene.

Beneficios de las cerezas frescas

Las cerezas frescas son una de las frutas que debes tener como base en tu dieta diaria. Son fuente de vitamina C y también tienen excelentes propiedades para quienes realizan actividades deportivas. Tu sistema inmune se verá reforzado por su poder defensivo.

Por otro lado, las cerezas contienen activos antiinflamatorios. Colaboran en la regeneración de las células y los tejidos de manera eficiente y rápida. A su vez, por su bajo índice glucémico, de solo 22, no compromete el cuidado en el consumo de calorías diarios que deben seguir.

¿Las cerezas son guindas?

Existen muchas clases de cerezas, pero, de manera común podemos hablar de cerezas dulces y guindas.

Cada una proviene de un tipo de cerezo diferente. Es fácil confundirlas porque ambas provienen del mismo tipo de árbol, el Prunus. Sin embargo, las primeras se obtienen del Prunus avium y las segundas del Prunus cerasus o cerezo ácido.

¿Cómo conservar las cerezas fuera de la nevera?

Aunque no lo creas, sí existe una forma ideal con la cual obtener todo el poder de las cerezas y sin necesidad de llevarlas al refrigerador. Todo consiste en una de las maneras más antiguas y fiables con las que anteriormente se conservaban toda clase de productos: El sellado en frascos de vidrio.

Eso sí, antes de pasar por este proceso, resulta imprescindible que tengas en cuenta que no debes conservar cerezas de distintas variedades. La razón es que la diferencia entre una y otra puede afectar al sabor, y al final, obtendrás una mezcla poco parecida al deleite de un tarro de cerezas perfectas. Ahora, pongámonos manos a la obra: 

Pasos para conservar cerezas frescas

Además de necesitar medio kilo de cerezas frescas también tienes que tener a la mano un frasco de vidrio de 470ml, 2 tazas de azúcar y 4 tazas de agua. 

  • Lava y quita los huesos

Es necesario que lo primero que hagas sea lavar las cerezas. Solo utiliza agua fría. De lo contrario, podrás perjudicar su textura firme. Luego, procede a eliminar los huesos. Es importante que utilices un removedor de huesos de cereza. Si las picas por la mitad, perderá el sentido continuar con este proceso pues solo tendrás cerezas picadas. Finaliza secando muy bien con una toalla limpia. Aprovecha para hacer una última selección.

  • Haz un jarabe simple

Toma una olla pequeña y vierte en ella el azúcar y el agua. Utiliza fuego de medio a alto y remueve con una paleta de madera. Es importante que mezcles de vez en cuando para que el jarabe no se pegue al fondo de la olla y corra el riesgo de quemarse. La paleta de madera ayudará a conservar la química natural de la mezcla. Una vez que veas que las 2 tazas de azúcar se han disuelto en las 4 tazas de agua entonces procede a retirar la olla del fuego. 

  • Envasado

El frasco de vidrio debe estar limpio y previamente esterilizado. Toma una olla que sea más alta que este y llénala con agua. Deja que alcance el punto de ebullición. Con mucho cuidado, toma un guante y luego coge el frasco para introducirlo por completo en el agua hirviendo. Con ayuda de unas tenazas antideslizantes procede a sacarlo de la olla. Espera unos minutos y déjalo en un área libre. Cuando su temperatura sea la del ambiente, toma las cerezas deshuesadas y limpias para llenar cada envase hasta el tope. Re-acomódalas con suaves toques para que cada una ocupe su lugar. 

  • Sellado final

Finaliza vertiendo poco a poco el jarabe. Este no debe llegar al tope. Deja un espacio de 1.5 cm con respecto al borde del envase. Tápalo muy bien y luego pon el frasco lleno de cerezas y jarabe en una olla con agua caliente a 80 grados durante 15 minutos. Pasado este tiempo, podrás remover el envase y dejarlo en un área fresca. Y ahí lo tienes. La manera perfecta de conservar cerezas frescas sin necesidad de refrigerarlas y aprovechando todos los nutrientes que puede contener para ti.