La cereza no es una fruta cualquiera, sino que está considerada como una superfruta. ¿Qué significa? Las superfrutas son aquellos alimentos que por sus propiedades antioxidantes y rejuvenecedoras refuerzan las defensas y te mantienen joven por dentro y por fuera. Y no sólo eso, sino que también mejoran el tránsito intestinal, previenen las tan temidas enfermedades degenerativas y contribuyen a mantener estabilizados en sangre, tanto el nivel de colesterol como el de azúcar. Por tanto, las cerezas son una fruta de elite. Y por consiguiente, es bueno comer cerezas, muy bueno.
Primavera-verano. El momento de la cereza
Cuando la primavera se consolida, con días más largos y ya algo calurosos, llega el momento de la recolección de la cereza, que podemos encontrar en todos los mercados hasta bien avanzado el verano.
Propia de la geografía con climas templados y calurosos, se cree que nació a orillas del Mar Negro, a caballo entre Asia y el sur de Europa, siendo ampliamente extendida por los países de la cuenca mediterránea. De hecho, los mayores productores del mundo se encuentran alrededor de esta zona, además de Estados Unidos y Alemania, y hay países en los que adoran su espectacular floración, como es el caso de Japón, donde ven en los cerezos una de las manifestaciones de la belleza en estado puro.
Si su aspecto a la vista ya invita a decirnos “Cómeme”, al probarla y sumergirnos en su gusto dulce e intenso, con un punto de acidez (sobre todo, en la variedad Picota, más oscura a la vista), genera un placer y una sensación poco comparables al de otras frutas dulces.
Por qué es bueno comer cerezas: beneficios
A la satisfacción de comer cerezas se une otra ventaja, que le confiere un valor añadido como son sus extensos beneficios para nuestra salud. Leed, sino, esta lista y ved todo lo que podéis ganar con su ingesta:
- Obesidad: su efecto laxante y diurético lo hace recomendable en dietas para bajar nuestro peso.
- Trastornos intestinales: mejora la excesiva formación de gases y alivia el estreñimiento.
- Gota: rebaja los niveles de ácido úrico, hasta el punto de que su ingestión, cuando se detectan los primeros síntomas, puede contribuir a su alivio.
- Envejecimiento / Belleza: protege los sistemas vascular y nervioso, retardando la aparición de problemas relacionados con la edad. Y su alto contenido de vitaminas A y C protegen la piel.
- Cálculos biliares / problemas hepáticos: comer cerezas tiene sus efectos positivos en nuestros niveles de triglicéridos y colesterol en sangre, claves para evitar estas enfermedades.
- Diabetes: tiene un doble efecto. Por un lado, sus propiedades reducen el riesgo de sufrir esta enfermedad y, por otro lado, si ya somos diabéticos, se trata de un alimento que nuestro cuerpo tolera con facilidad.
- Corazón: no sólo protege el sistema cardiovascular, sino que también contribuyen a la prevención del infarto de miocardio y de la angina de pecho.
- Reumatismo / artritis: tienen propiedades antiinflamatorias.
¿Es bueno comer cerezas en el embarazo?
La respuesta sobre la conveniencia o no de comer cerezas en estado de gestación es muy simple. No es que sean recomendables o no, es que hay que comerlas si es posible. La razón es que, al tratarse de una superfruta, se convierte en un alimento imprescindible en un momento en el que nuestro cuerpo necesita un especial aporte de nutrientes y minerales.
Las cerezas son la garantía de estas necesidades de hipervitaminas, especialmente, en los primeros meses del embarazo, ya que fortalecerán nuestra salud. Os concretamos cinco ventajas incuestionables:
- A través del ácido fólico, aportan el 10% de las vitaminas necesarias a las gestantes.
- Contiene un altísimo contenido de vitamina A, lo que contribuye a mantener y desarrollar el tejido y el crecimiento óseo, tanto de la embarazada como del feto.
- Su potasio regula la hipertensión y en las embarazadas favorece la circulación, evitando el cansancio al andar y la hinchazón en las piernas.
- El efecto diurético que aporta su fibra combatirán la retención de líquidos que a menudo sufren las futuras mamás.
- Al contar con melatonina, facilita el irregular sueño de las embarazadas. Una infusión de cereza contribuye a reducir la tensión y trabaja para la relajación.
¿Es bueno comer cerezas por la noche?
Es tan bueno como comerlas durante el día. Tal vez, incluso, mejor, por el efecto de la melatonina. ¿Qué es? Es una hormona que segrega la glándula pineal por la noche y cuyo efecto antioxidante ayuda a la regulación de nuestro ritmo cardíaco y, en consecuencia, a facilitar nuestros ciclos de sueño. Las cerezas ácidas tienen más melatonina, pero todas ellas son una garantía para colaborar en nuestro descanso nocturno.